Ya no queda más materia que desgastarse en mis entrañas. Mi cuerpo está gélido, ya casi no siento los escalofríos constantes que me recorren de punta a punta.
Las caricias, han pasado a mejor vida, y mis ojos se han cansado de nadar en tormentas.
Contigo me quité la armadura y cada golpe, me arrepiento más, pero no hay dolor, cuando no escupo sangre si no besos... después de todo, sólo es eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario