Todo en esta vida es basura,
menos los besos que no se dan,
los que aún se pueden reciclar.
Llévame al Jardín de tus delicias,
donde nadie tiene prisa,
donde se pueden grabar los sueños,
donde los locos somos dueños.
En esta escala de grises,
en este daltonismo,
en cada tiznar de negro,
siempre vienes conmigo.
bello
ResponderEliminarNo conocía yo tu faceta poética, me agrada.
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