Ya no me perturbas (tanto), ya no me destrozas (siempre), ya no me haces llorar (todo el tiempo).
Sé que puedes ver lo que está pasando, vives con los ojos cerrados para no ver como me desgarro la piel, para no ver como mi rostro ha ido envejeciendo con cada una de tus frías palabras, para no ver cada uno de mis esfuerzos en vano por levantarme.
Puedes seguir en tu mundo estático mientras mi reloj de lágrimas sigue apurando, pero se acerca sequía, y una vez más, tú no vas a cambiar nada.
Pinchar la burbuja es más difícil de lo que pensamos.
ResponderEliminarIncluso puede que un simple pinchazo jamás pueda deshincharla...
ResponderEliminar